domingo, febrero 27, 2005

Ya me voy para Guasave a ver a las guasaveñas


Querida (H) tan triste:

Me distraigo en las canciones en que puedo dibujar sin que alguien llegue para correrme. Hago pequeñas cortadas en mi cuerpo con una navaja de rasurar y te escribo. Los niños del barrio no han venido a invitarme a jugar fútbol, creo que han encontrado otro portero mejor que yo, creo que no volveré a impedir los goles en una portería delimitada por suéteres hechos bola. Que escribo cartas para ti en los cuadernos que hablan de las frutas, me enfermo en las esquinas cuando espero el autobús. Pregunto a los enfermos si has llorado, si escriben, como yo, luciérnagas en un cuaderno; entrego arena a los cartógrafos, pido libertad a los médicos que me han amarrado los brazos a la cama, pienso en las rutas para escapar de mi tristeza. Alguien vino a curar las pequeñas heridas que me causé con la navaja, aunque no me duele, duele más el ruido de los automóviles que pasan en la calle. Alguien habla de telenovelas en el cuarto de al lado; y en contra de mi voluntad, se han llevado, también, mis cuadernos, se han llevado mis libros. Que no puedo dormir si no me escuchas, que he llorado para que me dejen escribir este mensaje, que repito la historia de tu ausencia con todas las palabras posibles, que estoy enfermo, que estoy triste; que te entrego esta mañana porque no me sirve, porque me gustaría morir en lugar de padecer tu indiferencia. Hasta siempre.
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