de travesuras
Memín Pinguín sigue haciendo travesuras. El gobierno de los Estados Unidos, en un franco desconocimiento de lo que este personaje significa para la cultura popular mexicana, ha pedido que se retire la serie de cinco sellos postales conmemorativos; la razón que aducen es que es que ofende a los afro americanos. Su disgusto muestra su clásico desprecio por las manifestaciones culturales de otros países.
Memín no parodia, mucho menos ofende a los afro americanos puesto que no es un personaje creado con intención irónica. Los estadounidenses deberían preocuparse por las manifestaciones con verdaderos tintes racistas que siguen ocurriendo en su país, y no entrometerse cuestiones que desconocen.
Recuerdo un caso terrible, incluso Bob Dylan hizo una canción acerca de ello. Me refiero a lo que sucedió con el niño Emmet Till, quien fue asesinado por un grupo de blancos armados con fusiles en 1955. El poeta cubano Nicolás Guillén nos dibuja la imagen con un trazo:
[...] ahora un niño frágil,
pequeña flor de las riberas,
no raíz todavía de tus árboles,
no tronco de tus bosques,
no piedra de tu lecho,
no caimán de tus aguas:
un niño apenas,
un niño muerto, asesinado y solo,
negro.
Los asesinos de Emmet fueron absueltos y, aunque se supo que varias personas participaron en el linchamiento, nunca se ejerció acción penal en su contra. Recientemente fue abierto el expediente para esclarecer las dudas, lo absurdo del caso es que los asesinos ya fallecieron.
[...] ahora un niño frágil,
pequeña flor de las riberas,
no raíz todavía de tus árboles,
no tronco de tus bosques,
no piedra de tu lecho,
no caimán de tus aguas:
un niño apenas,
un niño muerto, asesinado y solo,
negro.
Los asesinos de Emmet fueron absueltos y, aunque se supo que varias personas participaron en el linchamiento, nunca se ejerció acción penal en su contra. Recientemente fue abierto el expediente para esclarecer las dudas, lo absurdo del caso es que los asesinos ya fallecieron.
Este caso, para vergüenza de todos los que deciden no escuchar, no pertenece al mundo de la ficción como Memín; es una cuestión que se vive todos los días en Irak o en la prisión de Guantánamo, incluso dentro del territorio estadounidense. La historieta, que lleva varias reimpresiones en México y en varios países de Centroamérica, y los timbres que fueron presentados hace dos días, nada tienen que ver con una cuestión racista; todo lo contrario, se integra perfectamente a la cultura mexicana.
Por lo pronto yo dejo este asunto en paz y me voy a comprar mi serie de cinco timbres. Hasta siempre.
2 Comments:
ayer vi por primera vez las estampillas de Memín Pinguín y me parece raro que USA, un país con tanto racismo se preocupe con un dibujo de un niño. habia tantas cosas que hacer en ese país.
A mi parecer, Memín es un niño normal, inteligente y travieso. Sus amigos lo aprecian y nunca hacen mención alguna de la raza ni de la situación económica de ninguno del grupo ni se mueven por ese tipo de cosas. En EU sería algo muy semejante a Bart Simpson: cómics con crítica social, pero divertidos y brillantes.
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