lunes, julio 04, 2005

carta

Es tuya la canción que crece con los panes; son tuyos los puentes peatonales, los libros que hablan de caminos; son tuyos los libros, los libreros, las bibliotecas y los trenes. Es tuyo el mercado (de pulgas) que guardo en un bolsillo. Las sillas, los sillones y los panes. Es tuyo un barco y una pera, un árbol de navidad y una manzana, la mañana, las escaleras que sirven solamente para bajar. Es tuyo mi silencio, esta carta, el desierto en que despiertan los rebaños, los años, los soldados y las fechas, las flechas y las haches.
Es tuya la canción que escriben los trenes cuando vuelven, es tuyo un árbol de higos, el pan y la sal con que recibe la muerte a los ahogados; es tuyo mi cuerpo, mi silencio, mi sexo. Es tuya la mañana llena de gritos, llena de niños que dibujan barcos en un enorme campo de centeno. Son tuyas las abejas, los vestidos y la niebla.
Son tuyos los relojes que dicen la hora de una ciudad en donde llueve; es tuyo el descanso, un río, un papalote amarillo; es tuya la cosecha, esta noche, los dedos de mis pies y mi cabeza. Son tuyas las canciones que los niños gritan en los parques; son tuyas las calles, las iglesias, las nueces y las grietas.
Son tuyos los espantapájaros que tiemblan por el frío; son tuyos los elefantes, los circos, los caballos; es tuyo mi nombre, mis ojos y la canción que crece con los panes.
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é
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1 Comments:

Blogger Margarida V said...

hola

garcias por tus palabras maravillosas, me encanta ver mi blog y leer esas cosas lindas.
y siempre vengo aqui a ver lo que escribes.

5:13 p.m.  

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