miércoles, julio 07, 2004

sugerencias para soportar la tormenta

7 de julio, 2004


Guardas en tu cuaderno de dibujos la ruta del salmón. La migración también ocurre cuando duermes, dices; lo sabes porque conoces la aventura y el descanso, has visto morir tardes –incluso muchachas-- en los ríos. Enséñame tu mano, enséñame que guardas una flecha, que guardas la despedida y el encuentro; enséñame que puedes escribir de las hormigas y los patos.

Me veo saliendo de casa para encontrarte en la plaza central de una ciudad sin campanarios, me veo vestido con tu abrazo, hablando de la felicidad de los cumpleaños. Conoces la fuerza del temporal en los campos de trigo, conoces las consecuencias de despertar en medio de la noche a causa del invierno.

Alguien nos menciona la victoria de un equipo de fútbol, pero no importa, prefieres correr entre los árboles, prefieres hablar con los ancianos que nos ofrecen el billete que –aseguran-- ganará la lotería.

Canta con los niños que rompen los cristales jugando béisbol en orfanatos destruidos por la ausencia. Dime que guardas en los especieros monedas suficientes para comprar el diario, que inclusive podemos ir en autobús hasta el pueblo más lejano para desayunar arroz con aguacate.

No pierdas de vista tu cuaderno de dibujos, llama a los amigos de vez en cuando; cocina, en mi ausencia, verduras al vapor. No te asustes si encuentras alacranes en los libros, si la joven pareja de a lado se pelea por los grillos, o si en el noticiario sugieren abandonar el planeta de emergencia.

Ah, y por favor, no temas a los perros, tenle miedo, mejor, a los carteros descuidados, a los vendedores de molinos, y a los niños ciegos que reparten abrazos en los quioscos.


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