sábado, abril 28, 2007

de orquídeas

Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket

La brassavola nodosa ha florecido dos veces esta semana y eso hay que celebrarlo. En la calle alguien vende burros para planchar y yo, que no tengo un mango para vender, me convierto en un dedo que apunta hacia el silencio. Habito en las habitaciones donde mujeres cantan algo que entristece. Y no hay eternidad en mis palabras, más bien, algo de polvo y promesas sobregiradas. Santa Lucía vuelve a cumplir quince años en mi carta.
Adjunto foto de Oncidium tigrinum que conserva su floración a pesar de que mi cuarto sólo guarda polvo y una manada de elefantes caminando hacia la ausencia.
La niebla, sí, la niebla y dos monedas para ocultarse de los soldados que nos persiguen para torturarnos, para violar a nuestras mujeres a cambio de información. Recapitulemos: siempre es esperar la madrugada entre los árboles, está prohibido encender el fuego para calentarlos; recapitulemos: está prohibido pronunciar nuestros nombres. Ahora, cierto, pronuncio todos mis naufragios.
Pero si he de ser sincero: las orquídeas conservan algo de tu nombre; guardan un poco de tus labios en mi espalda. La brassavola nododa ha florecido dos veces esta semana y eso hay que celebrarlo. Hasta siempre.
.
é
.

Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket
Image hosted by Photobucket.com